Un nuevo paradigma organizativo
La sofisticación tecnológica avanza a pasos agigantados
La transformación digital no es solo un reto tecnológico, sino principalmente uno de competencias. Reconocer esto significa entender que el aprendizaje continuo debe ser el motor del cambio. Las organizaciones deben fomentar una cultura donde adquirir nuevas habilidades y conocimientos no sea un requisito puntual, sino una constante.
Esto obliga a las empresas a replantearse su estructura y enfoque tradicional y aquí es donde entra en juego el concepto de las organizaciones basadas en habilidades, un modelo que, lejos de ser una tendencia pasajera, se perfila como el paradigma del futuro. Este enfoque pone el aprendizaje y el desarrollo de habilidades en el centro de la estrategia organizacional, marcando un giro radical en la gestión del talento. Pero, ¿qué implica realmente este cambio y cómo puede implementarse de manera efectiva?
Deloitte, en su estudio "La organización por competencias: Un nuevo modelo operativo para el trabajo y la mano de obra" destaca que limitar el trabajo a tareas estandarizadas realizadas en un puesto funcional, y luego tomar todas las decisiones sobre los trabajadores en función de su puesto en la jerarquía organizativa, obstaculiza algunos de los objetivos organizativos más críticos de hoy en día: la agilidad, el crecimiento y la innovación de la organización; la diversidad, la inclusión y la equidad; y la capacidad de ofrecer una experiencia laboral positiva para las personas. En respuesta, las organizaciones están avanzando hacia un modelo operativo totalmente nuevo para el trabajo y la mano de obra que sitúa las competencias, más que los puestos de trabajo, en el centro.
Este estudio detalla que las empresas comprometidas con una estrategia enfocada en competencias logran un rendimiento empresarial superior, destacando en varios aspectos clave: son un 98% más eficaces en la retención de talento, tienen un 107% más de éxito en la asignación eficiente del talento, muestran un 52% más de capacidad para innovar y son un 57% más ágiles en prever y adaptarse a los cambios, entre otros beneficios significativos.