¿Recuerdas cuánto tiempo tardaste en aprender un nuevo idioma? Tanto si comenzaste desde una edad temprana o como adulto, probablemente recuerdes haber invertido mucho tiempo, o incluso años, en alcanzar el nivel de fluidez deseado.
El inglés es uno de los idiomas más hablados del mundo. Puede ser un error común pensar que aprender inglés como segundo idioma es rápido y fácil, con muchos consejos y trucos que prometen un éxito rápido. La realidad es muy diferente. Un adulto que no hable inglés como primer idioma necesitará al menos 600 horas de formación de alta calidad y 600 horas de práctica oral para tener suficiente dominio del inglés para el trabajo.
En el acelerado mundo globalizado de hoy, no hay duda de que el dominio del inglés es una inversión que ofrece muchas recompensas. Aprender a hablar inglés puede abrir la puerta a mejores oportunidades de trabajo, a un crecimiento personal y profesional y a dar acceso al conocimiento compartido del mundo.
Desde el Comité de Dirección hasta los mandos intermedios y el personal más junior, quienes hablan inglés tienen un contacto más amplio con sus compañeros y un mejor acceso a las mentes más brillantes e ideas en su sector. Las empresas que adoptan el inglés como idioma oficial pueden atraer talentos muy diversos y, por lo tanto, acceder a ideas en todo el mundo, lo que les permite ser más innovadores y obtener más ingresos que los competidores menos diversificados. Por lo cual, el Inglés es el idioma de la innovación.
A lo largo de los años, hemos visto un cambio rápido en las maneras en las que intercambiamos información, en las que colaboramos a través de las fronteras y también ha habido cambios en el entorno de trabajo moderno. No es casualidad que, al mismo tiempo, el valor del dominio del inglés esté aumentando rápidamente.
El siglo 21 en particular, ha visto un intercambio sin precedentes de información e ideas a través de las fronteras. A medida que las habilidades globales en inglés mejoren y los costes de viajar y de comunicación disminuyan, ese intercambio solo se acelerará.
Esto no solo afecta a los profesionales que necesitan estar al tanto de las mejores prácticas internacionales, sino también a las empresas. Una cultura de dominio del inglés hace posible aprovechar grupos de talento y experiencia que, hace solo unos años, hubieran estado fuera de su alcance.
Las herramientas para la colaboración online, así como las conferencias o las charlas TED, solo están mejorando, permitiendo una comunicación más frecuente e informal entre los empleados en diferentes ubicaciones. Pero todo esto debe hacerse en un mismo idioma, el inglés.
En consecuencia, los entornos de trabajo modernos están evolucionando rápidamente, lo que lleva a una mayor demanda de reeducación y formación de los empleados. El inglés es crítico para acceder a estos nuevos aprendizajes y es crítico para la adaptabilidad. A medida que cambia el mundo del trabajo, un cambio cultural fundamental hacia el aprendizaje permanente es tan necesario como inevitable.
Una investigación reciente realizada por el McKinsey Global Institute revela que casi dos tercios de los trabajos incluyen una parte sustancial de tareas que podrían automatizarse. Cuando los trabajos se reducen, los profesionales deberán realizar la transición a nuevos puestos y, por lo tanto, las habilidades adicionales, como el dominio del inglés, serán fundamentales para la adaptabilidad.
La brecha entre los nativos en inglés y los no angloparlantes y los trabajos que requieren el idioma solo crecerán.
Además, las organizaciones operan hoy con altos niveles de colaboración y, por lo tanto, enfrentan una necesidad urgente de mejorar el inglés de sus empleados para optimizar el flujo de información en toda la organización.
La última edición del EF EPI ha mostrado una brecha de más de tres puntos en cada región entre las puntuaciones de dominio de inglés de los managers y los de sus colegas en puestos ejecutivos y el resto de los empleados.