Si trabajas en una corporación global, probablemente hayas vivido una experiencia similar a ésta: imagina que estás en una sala de conferencias, alguien está terminando su presentación sobre algunas de las mejores prácticas en su departamento. Después de confirmar que no hay más preguntas y agradecer a todos por su atención, exhala, se limpia la frente y dice con una sonrisa: «Por cierto, ¡esta fue la primera presentación que hice en inglés!». Los asistentes aplauden.
Los profesionales globales de alto potencial que no tienen el inglés como idioma materno probablemente hayan recibido formación por la compañía, a través de sus departamentos de Formación y Desarrollo. Lo más seguro es que hayan recibido formación en habilidades duras específicas de sus funciones o roles, enfocándose en capacidades técnicas. Y probablemente han asistido a algunos cursos para mejorar sus habilidades blandas: como dar presentaciones, redacción profesional y gestión del tiempo. Estas son habilidades transferibles que pueden usar ahora y a lo largo de sus carreras, sin importar dónde terminen. Y quizás, también hayan aprendido inglés a través del programa de formación de idiomas de tu empresa.
En el área de formación y desarrollo corporativo, a menudo hay una distinción entre estas diferentes categorías formativas. Tanto es así que existen diferentes especializaciones profesionales para roles de formación técnica en comparación con otras actividades de L&D y desarrollo de liderazgo, de lo que hay menos oferta corporativa. Y con demasiada frecuencia, las habilidades blandas transferibles se desarrollan y se imparten en programas separados, a veces desarticulados, que se enseñan en diferentes modalidades, épocas del año o a diferentes grupos.
En este mundo globalizado y acelerado, las habilidades blandas se están volviendo cada vez más críticas para las empresas y un importante diferenciador para la empleabilidad y el éxito. Y por tanto, son habilidades muy importantes para los empleados. Tanto que a menudo se consideran las habilidades del siglo XXI.